En los años ochenta, el boxeo era más que un deporte; era una forma de vida, un sueño compartido por tantos jóvenes que buscaban abrirse camino. Entre ellos, un nombre brillaba con fuerza: Anderson Mutombo. Aquel púgil amateur, de espíritu indomable y hambre de superación, nos ha dejado. Hoy, con el corazón lleno de nostalgia, te decimos adiós. Gracias por permitirnos conocer a un verdadero campeón, dentro y fuera del cuadrilátero. Brindamos por tu amistad, por tu ejemplo y por los recuerdos imborrables de aquellos años dorados. D.E.P., Anderson. 🕊️
VELADA 20 DE SEPTIEMBRE DE 2025